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Limpieza y Conservación de Joyas

El uso frecuente de las joyas altera su brillo y aspecto, pero su limpieza y conservación es algo fácil y sencillo que puede hacerse cómodamente en casa siguiendo algunos consejos

El oro, y la plata son metales nobles, que por sus propiedades físico químicas poseen un brillo natural que con un simple pulido alcanzan un brillo extraordinario.

No obstante, ese brillo puede perderse a causa de su oxidación al estar en contacto con el aire, con el exceso de calor, humedad o determinadas sustancias o productos que le afecten superficialmente. Es importante tener en cuenta que la transpiración y el pH corporal afecta también al deterioro de la pieza.

El oro al oxidarse presenta un tono rojizo, y la plata amarillento o negruzco.

Para evitar su deterioro es aconsejable guardar las piezas en lugares secos, alejadas del exceso de luz natural o artificial (focos, lámparas...) durante mucho tiempo.

Si se exponen al contacto con sustancias como el cloro, perfumes, cremas, aceites, alcoholes y maquillajes, deben de limpiarse regularmente, o bien con gamuzas especializadas que llevan impregnado un producto químico, o bien lavarlas en agua
caliente con jabones neutros, suaves.

Existen también productos líquidos de limpieza que actúan por inmersión y que
funcionan estupendamente, devolviendo a la joya todo su brillo y belleza.

Para su buena conservación y almacenamiento, actualmente se huye de guardar las joyas en sus estuches originales que ocupan tanto espacio y sin embargo recomendamos guardarlas individualmente en bolsitas de cierre hermético transparente. Eso nos permite verlas y controlarlas una vez que buscamos otras, así como también evitamos su roce, el rayado, y la oxidación. Teniendo en cuenta que el espacio que ocupan se reduce considerablemente, conseguimos poderlas custodiar en pequeños espacios más seguros.

Las joyas con piedras preciosas o semipreciosas, resultan muy agradecidas cuando se utilizan métodos de limpieza por inmersión como es el ultrasonido.

Este método lo ponemos a disposición del cliente Yanes sin costo alguno, y en pocos minutos se observa un cambio sorprendente.

Existen en el mercado ultrasonidos de uso doméstico que funcionan muy bien, y se amortizan por sus buenos resultados.

El cuidado y conservación de las perlas es muy similar al del resto de las joyas.

Sin embargo, el hecho de tratarse de materia orgánica influye más aún en su posible pérdida de brillo u oriente, al verse sometido a focos de sequedad, calor excesivo o falta de oxigenación...

Por lo que es aconsejable su uso frecuente y su limpieza posterior para retirar los posibles restos de perfume, lacas o similares.

Para una buena conservación y mantenimiento de las joyas es recomendable revisar periódicamente, los engastes que actúan como sujeción de las gemas.

A veces los golpes o enganches debilitan los engarces poniendo en peligro la sujeción y seguridad de las piedras, por lo que conviene llevarlas a revisión del joyero de vez en cuando, para evitar la pérdida ocasional de alguna gema.

El mantenimiento de las piezas con perlas ha de hacerse con cierto rigor.

En primer lugar, porque los collares al estar enfilados con hilos de seda o de metal, son muy finos y pueden desgastarse o romperse con facilidad. Por eso de vez en cuando conviene acudir a volverlos a ensartar y así lucir el hilo limpio y la pieza como nueva.

Los pendientes con perlas son más delicados de limpiar. Normalmente las perlas van pegadas por lo que el pegamento con la humedad y el calor puede deshacerse y consecuentemente desprenderse la perla.

Este hecho es muy frecuente en los aretitos de bebé, que al llevar una cantidad tan mínima de pegue, se despegan irremediablemente con el roce y el baño diario.

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